Mi primera experiencia con stripers. Me llamo Susana, tengo 36 años. Estoy cada y con dos hijos maravillosos, el primero que es Rubén lo tuve con 17 años y a Laura, con 19 años. Por razones varias, fui madre muy joven y hay muchas cosas que nunca pude hacer. Para empezar, siempre había tenido curiosidad por saber qué pasaba en las despedidas de solteras en Valencia. Qué era lo que realmente se hacía en ese día que era tan esperado por novia y por sus amigas. Sería como en las películas ? O sería una casa que nada tenía que ver con esos guiones de films llenos de imaginación ?
Era miércoles, la homenajeada era compañera de trabajo llamada Montse. Y allí estaba yo apoyando la organización de su despedida junto a unas amigas suyas. Montse tiene mucha confianza en mi pero, yo no tenía ni idea que se hacía o donde se podía hacer. Por suerte, en la organización estaba una amiga suya que parecía tener mucha experiencia, además de » desparpajo » y » cara dura»… Era un buen fichaje! Se llamaba Julia.
Para empezar, teníamos varias peticiones sobre qué podíamos hacerle. Tras meditarlo, Julia se decidió por lo más común en una despedida de soltera, llevarla a un Boys con varios shows de stripers. Por otro lado, le compramos a Montse un disfraz horrible, junto a velo de novia y juguetes eróticos.
El gran día de la despedida de soltera en Valencia
De esta manera y sin que Montse no tenía ni idea qué le teníamos preparado, fuimos como un grupo de » locas » de cacería. Me ruborizaba los cometarios que hacían las migas de Montse pero debo de reconocer, que me estaba riendo mucho. En el grupo estaba Sonia, que también trabaja con nosotras, el resto eran amigas suyas de la infancia. Por otro lado, éramos una mezcla de casadas, otras solteras y alguna separada pero todas con un solo propósito, hacer disfrutar a Montse de su despedida de soltera!
Llegamos al sitio del Boys en Valencia. Antes de entrar, en la puerta del sitio nos hicieron un photocall en plan famosas! Era muy divertido ver las posturas muy fuera de tono pero con gracia, que inmortalicemos para recordar aquella noche. Justo después, empezamos a subir unas escaleras. Las luces de la sala eran moradas y rosadas que destellaban una especie de neón. Si os soy sincera, me lo había imaginado completamente distinto. Pagamos 50€ donde incluían un coctel de bienvenida, un menú de grupo, el show de los strippers y discoteca en el mismo lugar toda la noche.
Al ser mi primera vez, no sabía con lo que me iba a encontrar. Unas ya habían ido y parecía que llevaban ahí toda la vida, como » Pedro por su casa «. Yo, junto a Sonia y Amanda estábamos ansiosas por gritar, mirar y sobre todo divertirnos.
La espera fue larga, el sitio se iba llenado poco a poco. Llegaron mujeres de todo tipo de edades y perfiles. Entró un grupo que me llamó bastante la atención. Eran dos chicas jovencitas y cinco mayores, creo que le estaban celebrando el cumpleaños a una de las jóvenes, que tenía puesto un vestido blanco muy ajustado que le dejaba ver casi todo, y sus acompañantes la incitaban a hacer movimientos obscenos donde casi se le » salían » sus pechos del vestido.
En nuestro grupo también era muy vario pinto. Estábamos las que nunca habíamos ido a un Boys nos poníamos rojas por todo, en fin. Nos sentamos justo en frente del escenario y llegaron unos chulazos.
De repente, empezó el show!
Eran cuatro hombres con los cuerpos más tremendos que había visto nunca. La gritadera no se hizo esperar y yo parecía loca, como si me hubiera tocado la lotería de Navidad.
Cada uno tenía una forma diferente de bailar, unos mas eróticos, otros mas sensuales y otros con mas elegancia hacían que todas las mujeres allí presentes, perdieran la compostura.
Los stripper pasaban por todas las mesas. Cada grupo de mujeres que había en el lugar podíamos verlos justo en frente, incluso tocarlos con su permiso. Así que, cuando llegaban a nuestra mesa el ruido era ensordecedor! Julia, se tiro al cuello de uno de ellos y lo manuseo hasta dentro del hígado! Las más mojigatas colocaron una mesa enfrente, obstaculizando el transito para no tener contacto con los stripers que pasaban. De mientras, las otras mesas se dedicaban a coger, a mirar, gritar.. En fin, a disfrutar la noche!
Durante la semana, algunas chicas del grupo nos sugirio que lleváramos billetes pequeños de 5€ y 10€ para colocarles en la ropa interior. Una de nuestras compañeras de grupo, que tendría sobre 43 – 45 años, parecío la más impactada de todas al meterle un billete de 50€! Parece que en medio de su timidez, también disfrutó como una quinceañera.
En los intermedios de los shows, llegaban momentos de espera. Podíamos bailar entre mujeres en una zona del local. En otro lugar, nosotras tomábamos fotos con los Boys que estaban descansado.
Cuando sonó la música de ACDC sacaron a Montse al escenario
La subió un Boy llamado Raúl. Le bailó enfrente sentada Montse en una silla y para mi sorpresa, ella se desinhibió. Trepó hacía él como un macaco, le bailó y sacó su lado sexy. Hasta el striper lo gozó. Poco a poco fue quitándose la ropa hasta quedarse tan solo con una toalla y ¡oh por dios! Tenía algo anormalmente grande que la toalla no daba mas de si para cubrir. Parecía que tuvieran una extensión o una tercera pierna y de repente, dejo caer la toalla… Por dios!!!!! Que vaina tan enorme!!!
La verdad, fue una experiencia quería vivir al menos, una vez. Aunque me gocé toda la noche, me reí, grité, miré y hasta toque! Disfruté todo el tiempo per siento que ese tipo de celebraciones no van conmigo. No soy una mojigata, pero a mi elección, hubiera elegido otro tipo de despedida de soltera en un Beach Club, en un barco, dando un paseo en limusina o cosas de ese estilo.
Fue una noche divertida con un grupo de nuevas amigas, pero sin lugar a dudas lo que mas me gusto, fue ver a Montse disfrutar desde el segundo numero uno! Gracias stripersvalencia.